jueves, 15 de abril de 2010

El comportamiento agresivo del niño es normal y debe ser vivido por él

En la infancia, son normales los ataques de agresividad. Lo que pasa es que algunos niños persisten en su conducta agresiva y en su incapacidad para controlar su fuerte genio, pudiendo sentirse frustrados delante del sufrimiento y del rechazo de los demás. Según las teorías del impulso, la frustración facilita la agresión.

El comportamiento agresivo del niño es normal y debe ser vivido por él. El problema es saber controlarlo. Muchas veces el niño provoca un adulto para que él pueda intervenir por él y controlar sus impulsos agresivos, ya que no puede con todo. Por eso, el niño necesita de un "no hagas eso" o "pare con eso". Los niños, a veces, piden una riña. Es como si pidiera prestado un controle a su padre o madre. Del mismo modo que los padres enseñan a caminar, a hablar, a comer, etc. a sus hijos, deben enseñar también a controlar su agresividad.

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